Reformas Integrales Nuestros consejos
Como hemos tratado en otros post, las reformas integrales, en muchos casos, hay que hacerlas por necesidad, o bien porque el edificio ya no cumple con las normas de habitabilidad y seguridad para residir en él, también por casos de necesidades especiales, como algún habitante con movilidad reducida, ya sea por la edad, o algún accidente, como por antigüedad y deterioro de los materiales de construcción o incluso por sostenibilidad, en cuanto a servicios eléctricos, higiénico sanitarios, etc.
Pero existen casos en los que hacemos reformas integrales por estética, por darle un aire nuevo a nuestra vivienda, o portal, o negocio. En todos los casos citados, debemos planificarlo primero, y si no estamos muy duchos en la materia, consultar a profesionales, que nos orienten y aconsejen, tanto en los temas legales y papeleos, como en lo que se refiere a la obra en general, tipos de materiales, distribución de las estancias, sistemas de aislamiento, sistemas de climatización, etc.
Todas las casas se empiezan por los cimientos, y resto de obras se deben comenzar igual. A simple vista a nosotros nos puede parecer que todo está bien, que la casa solo necesita una mano de pintura, un suelo más moderno y renovar la lencería, y accesorios, para que tenga un aspecto ideal, pero ya que nos metemos en jaleos, mejor prestar atención a las cosas importantes y que escapan a nuestros ojos, como son los cables o tuberías o sistemas de calefacción y climatización, cosas que, como todo en esta vida, tiene una fecha de caducidad, y todo dependiendo de las calidades, será mayor o menor su durabilidad.
¿Por qué es importante hacerlo de esta forma?
Principalmente, para evitar sorpresas desagradables al terminar la reforma integral de la vivienda, se imaginan, después de pasar semanas, con la casa empantanada, una vez que ha terminado todo, con la casa limpia y preciosa, tener que volver a levantar el suelo por un problema en las tuberías, sería un inconveniente muy desagradable ¿no creen?
Pues no sería un caso aislado, pasa a menudo, por eso lo mejor es, si te has decidido a hacer una reforma integral en tu casa, local, oficina, etc. Tener muy en cuenta hacer un buen estudio del espacio y sus necesidades y servicios. Una vez hecho esto, y basándonos en los cambios menos estéticos pero más rentables para el edificio, empezar a planear cambios en la distribución y los materiales, tener todo estudiado al milímetro y planteado mediante planos y presupuestos, te ayudará a no ir más allá en tus pretensiones, y evitará engordes en el presupuesto, porque una frase muy típica en esto de las reformas es eso de “pues ya que estamos metidos en obra…vamos a hacer…”
Aun planeando y presupuestando todo al milímetro, es una tentación, que casi todos tenemos, ya que no es lo mismo imaginarlo, que verlo sobre el terreno, pero hay que tener muy claro, lo que hemos pactado con nuestra empresa de reformas en cuanto a tiempo, trabajo y dinero, para evitar problemas de entendimiento posteriores con la empresa y trabajadores, si ampliamos tareas, subirá el precio, y si desistimos de hacer algo una vez empezado, posiblemente también, por eso es importantísimo tener las cosas muy claras antes de contratar reformas integrales, sobre todo en el caso de que sea una cuestión de estética, ya que en estos casos, nuestra imaginación vuela, y hay que mantener los pies en la tierra, para que la obra, no se nos vaya de las manos.
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